Antigua capital de las Galias, Lyon surgió en el siglo I a. C. Desde entonces, la ciudad no ha dejado de desarrollarse, y hoy en día cuenta con un patrimonio arquitectónico excepcional. Vamos a descubrir esta ciudad con 2000 años de historia que posee muchos lugares inscritos en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Lyon es famosa por su centro histórico, cuyos tesoros no pueden menos que maravillar a los visitantes. Deambule por el Lyon Antiguo, deténgase en el barrio renacentista y contemple la catedral de San Juan. Este edificio gótico se distingue por sus cuatro torres, sus vidrieras del siglo XIII, la capilla de los Borbones, decorada en estilo gótico flamígero, el trono del obispo y el reloj astronómico del siglo XIV. Tampoco puede dejar de ver las famosas "traboules", esos pasajes interiores que comunican dos calles atravesando uno o varios edificios y en los que se ocultan galerías, patios interiores, fachadas antiguas… La calle Saint-Jean es el eje principal del Lyon Antiguo, donde se suceden un gran número de bellas mansiones como el palacio de la Chamarerie, la casa de los Abogados o el palacio Laurencin.
Lyon también posee un notable patrimonio antiguo representado por los vestigios de los teatros romanos. Situados en la colina de Fourvière, en el parque arqueológico que acoge cada verano el famoso festival de música de las Noches de Fourvière, se componen de un gran teatro, el mayor teatro antiguo de Francia, y de un teatro pequeño, el Odeón. En las proximidades, el museo galorromano Lugdunum expone destacadas colecciones de esculturas, mosaicos, joyas y cerámicas, así como la famosa Tabla claudiana, una placa de bronce que lleva la inscripción de un discurso del emperador romano Claudio pronunciado en el año 48. En lo alto de la verde colina surge la majestuosa basílica de Nuestra Señora de Fourvière, que domina la ciudad. Construida a finales del siglo XIX, muestra un interior profusamente decorado, como testimonian los mosaicos que representan la historia de la Virgen. Desde la explanada, disfrutará de una maravillosa panorámica de la ciudad, así como de la cordillera de los Alpes cuando el cielo está despejado. Dirija sus pasos al parque de las Alturas, en el que los miradores sobre el Saona y la ciudad se multiplican.
Otra colina de Lyon, la Croix-Rousse (la Cruz Roja), con su meseta con aspecto de pueblo y sus pendientes pintorescas, es el antiguo barrio de los "canuts", los obreros especializados en tejer seda que en el pasado dieron prestigio a Lyon. La Croix-Rousse es un lugar ideal para pasear. Cuenta con muchos atractivos, como la Casa de los Canuts, dedicada a la historia de la sedería de Lyon; las "traboules" típicas; las bonitas tiendas o los frescos y pinturas en trampantojo, como la del impresionante Muro de los Canuts. En la parte baja de la Croix-Rousse, en la calle de la Martinière, podrá contemplar el magnífico e imprescindible Fresco de los lioneses.
Entre el Ródano y el Saona, la Península invita a los paseantes y a los aficionados a las compras a descubrir sus calles comerciales rodeadas de tiendas y sus bonitas plazas, como la plaza de los Terreaux, la plaza Bellecour, ¡la mayor de Lyon! , la plaza de los Jacobinos o la plaza Louis Pradel. La calle Mercière es ideal para sucumbir a las especialidades culinarias de Lyon, gracias a sus numerosos restaurantes. En plena rehabilitación, el barrio de la Confluence brilla por sus creaciones ultramodernas. El museo es de obligada visita, tanto por su arquitectura atípica como por sus colecciones, que trazan la historia de la Tierra y la evolución de la humanidad.
Para relajarse, nada mejor que un paseo por el parque de la Tête d'Or (Cabeza de Oro). Auténtico pulmón verde de la ciudad, este inmenso parque, con sus zonas verdes con árboles centenarios, un lago, una rosaleda y un jardín zoológico de acceso gratuito, atrae a paseantes, corredores y patinadores en línea. Los muelles del Saona y del Ródano también son ideales para dar agradables paseos, al igual que la isla Barbe, situada en medio del Saona, que albergua los restos de una abadía románica que encantarán a los aficionados a los monumentos antiguos.
Lyon también es un sitio destacado de la gastronomía. Así lo atestiguan las genuinas especialidades que ofrecen los "bouchons", pequeños restaurantes típicos de Lyon, las bonitas "brasseries" y los grandes restaurantes con estrellas. Situado en 102 Cours Lafayette, en el III distrito, las Halles de Lyon - Paul Bocuse, cuyos comercios y restaurantes ofrecen excelentes productos de la tierra, constituyen una cita ineludible de los amantes de la gastronomía y la buena mesa.
En cuanto al arte y la cultura, Lyon cuenta con una gran variedad de museos. Tiene el museo de Bellas Artes, con sus excepcionales colecciones de pintura y escultura; el Museo de Tejidos y Artes Decorativas, que alberga la mayor colección de textiles del mundo; el museo de Arte Contemporáneo; el museo de Artes de la Marioneta, que hará las delicias de grandes y pequeños; el museo de las Miniaturas y decorados de Cine con su increíble colección de objetos utilizados en los efectos especiales; el museo del Instituto Lumière para descubrir los secretos del séptimo arte, y muchos otros. El Aquarium de Lyon y el Mini World Lyon, por su parte, harán las delicias de los más pequeños.
La fiesta de las Luces, que se celebra en diciembre, es un momento mágico e inolvidable. Cuando cae la noche, los puentes, los monumentos y los edificios de la ciudad se engalanan con luces. ¡Un magnífico espectáculo que no hay que perderse!
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